Aprovechando el eje central de nuestro proyecto "Julio Verne" y las ganas que tienen los nuberos de escribir cosas pensé en poner un rincón específico en clase para escribir.
Lo primero que hice fue preguntarles a los niños qué pensaban ellos que se necesitaba para ser escritor como Julio Verne, las respuestas fueron variadas: cuadernos, lápices, gomas, bolis negros (el color era importante aunque no me supieron decir por qué), libros, un ordenador y gafas.
Yo les pregunté un poco extrañada lo de las gafas y unos cuantos me dijeron que sus papás, mamás, abuelos y abuelas escribían mucho pero se ponían las gafas para escribir, así que eran necesarias. Lo mejor es que comentaron unos cuantos la suerte que tenía Alejandra porque ya traía puestas las gafas para escribir.
Les propuse la idea de hacer el rincón de los escritores en clase y les gustó mucho, así que moví unos muebles, puse la biblioteca al lado del rincón que quería crear y traje una mesa a clase. Al día siguiente un Nubero que es amigo nuestro nos dejó en una caja dos cuadernos, tres bolis negros, una libreta y ¡dos pares de gafas!. Nos probamos todo y vimos que sí teníamos pinta de escritores.
El lunes que era el día oficial de la inaguración del nuevo rincón el Nubero nos trajo otra sorpresa envuelta en una tela ¡una máquina de escribir!. De momento es un rincón que tiene tanto éxito que tengo que poner orden para que todos puedan pasar por ese rincón por turnos. Aquí os dejo unas cuantas fotos y ya os contaré más adelante cómo sigue esta idea de ser escritores.
Lo primero que hice fue preguntarles a los niños qué pensaban ellos que se necesitaba para ser escritor como Julio Verne, las respuestas fueron variadas: cuadernos, lápices, gomas, bolis negros (el color era importante aunque no me supieron decir por qué), libros, un ordenador y gafas.
Yo les pregunté un poco extrañada lo de las gafas y unos cuantos me dijeron que sus papás, mamás, abuelos y abuelas escribían mucho pero se ponían las gafas para escribir, así que eran necesarias. Lo mejor es que comentaron unos cuantos la suerte que tenía Alejandra porque ya traía puestas las gafas para escribir.
Les propuse la idea de hacer el rincón de los escritores en clase y les gustó mucho, así que moví unos muebles, puse la biblioteca al lado del rincón que quería crear y traje una mesa a clase. Al día siguiente un Nubero que es amigo nuestro nos dejó en una caja dos cuadernos, tres bolis negros, una libreta y ¡dos pares de gafas!. Nos probamos todo y vimos que sí teníamos pinta de escritores.
El lunes que era el día oficial de la inaguración del nuevo rincón el Nubero nos trajo otra sorpresa envuelta en una tela ¡una máquina de escribir!. De momento es un rincón que tiene tanto éxito que tengo que poner orden para que todos puedan pasar por ese rincón por turnos. Aquí os dejo unas cuantas fotos y ya os contaré más adelante cómo sigue esta idea de ser escritores.
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